domingo, 10 de octubre de 2010

CONTROL DE LA CONCEPCIÓN POR MÉTODOS NATURALES

Iniciarse en el autodescubrimiento del propio cuerpo y valorar el misterio de sus ciclos reproductores todavía es una aventura pendiente para muchas mujeres. Pero, ¿qué mejor liberación que poder disfrutar del amor sin depender de los métodos químicos y mecánicos de control de natalidad?

Aunque en los últimos treinta años se ha avanzado mucho en la investigación de los métodos naturales de anticoncepción, la importancia y eficacia de los mismos no suele divulgarse suficientemente. Por regla general los centros de planificación familiar y las publicaciones especializadas en esta materia los desvirtúan haciendo hincapié en sus dificultades y descartándolos sin siquiera explicar cómo funcionan, mientras conceden prioridad a métodos como la píldora y los dispositivos intrauterinos a pesar de precisar control médico y de sus peligros potenciales.

No sorprende que ante la desvalorización social de los métodos naturales de anticoncepción muchas mujeres se dejen manipular por los especialistas médicos que colocan dispositivos intrauterinos o esterilizan quirúrgicamente o que sucumban a la exitosa campaña de propaganda orquestada por la industria farmacéutica que vende millones de envases de píldoras anticonceptivas. Muchas ignoran, sin embargo, que el uso de un anticonceptivo tan extendido y socialmente aceptado como la píldora las condena a una vida de riesgos para la salud y a una muerte prematura.

A pesar de haber sido responsable de la pretendida liberación sexual de las mujeres desde los años sesenta, la píldora es mucho más nociva de lo que se dice oficialmente (ver recuadro) y por desgracia, las más jóvenes -precisamente las más vulnerables- inician con frecuencia su vida sexual con ella, sin plantearse siquiera que hay alternativas mucho más saludables e igualmente eficaces si se aplican adecuadamente. ¡Qué alto precio tienen que pagar en cuanto a salud física, emocional y mental para asegurarse la anticoncepción sin dejar de tener una vida sexual plena! ¡Qué cruel alternativa para algo tan íntimo, natural y liberador como amar!

Si se hiciera suficiente propaganda de los métodos naturales y se educara a las mujeres desde niñas a tomar conciencia de su cuerpo y a conocerlo más profundamente, éstas podrían evitarse la insatisfacción y el perjuicio fisiológico que entraña el empleo de los métodos químicos de control de la natalidad. Ciertamente existe la alternativa de métodos de barrera como los diafragmas, los espermicidas de baja toxicidad y los preservativos, que no producen los graves efectos de la píldora ni los efectos irreversibles de la cirugía, pero su uso prolongado provoca alteraciones en la flora vaginal, resta sensibilidad y espontaneidad y son altamente insatisfactorios a la larga.

Anticoncepción natural
Dado que el cuerpo y la psique de la mujer están íntimamente entrelazados con los ciclos de la vida, lo primero que debería plantearse una mujer en edad de concebir es por qué los médicos han de tener el monopolio del funcionamiento de su cuerpo cuando ella puede acceder directamente al mismo observando y aprendiendo a interpretar las fases fértiles y no fértiles de sus ciclos reproductores. Una mujer que aprende a detectar signos "subjetivos" de ovulación como los cambios que se producen en la mucosidad cervical y en el cuello de la matriz, que advierte los dolores localizados en el bajo vientre y la tensión en las mamas y sueña con animales o flores durante esos días, y que junto a éstos estudia otros datos "objetivos" como la temperatura basal y los cambios en la saliva (fácilmente observables con el Ovulator, aparato de venta en farmacias), puede prevenir la concepción con un índice de seguridad tan elevado como la píldora o bien asegurarse del mejor momento para concebir si así lo desea. Al principio el aprendizaje requiere paciencia y disciplina, pero los beneficios a corto y largo plazo son inapreciables: la mujer podrá vivir su sexualidad de forma completamente natural, libre de controles médicos, sin la incomodidad y continua dependencia de los métodos de barrera, los peligros de la píldora o la castración que supone someterse a una ligadura de trompas.

También puede apelar a la comprensión del hombre y compartir con él la responsabilidad de la anticoncepción, pero ¿cuántos hombres están dispuestos a colaborar en este sentido, sobre todo si sus relaciones son esporádicas? Tampoco puede decirse que el hombre tenga muchas opciones saludables a las que recurrir.

¿Anticoncepción masculina o femenina?
Aparte del empleo del preservativo -que no pasa de ser una solución de urgencia por buena que sea-, la práctica de la vasectomía se visualiza con frecuencia como la mejor solución para el control de la concepción en las parejas estables que ya tienen hijos y no desean tener más. Sin embargo, si los hombres liberales y abiertos que optan por someterse a esta operación quirúrgica para relevar a sus esposas -todavía en edad de concebir- de una responsabilidad que entienden debe ser compartida hablaran antes con otros hombres que han pasado por el trance, probablemente se desanimarían. A pesar de lo que digan los médicos, todo hombre que se ha hecho una vasectomía experimenta un importante declinar de la libido y si a esto se añade que los hombres que se animan a tal operación normalmente han rebasado los cincuenta años, los resultados suelen ser devastadores para su ego y en general para su vida amatoria, ya que muchas mujeres pierden el interés sexual por sus maridos cuando ya no hay peligro de que las deje embarazadas. Eso sí, en la actualidad la vasectomía ya no es irreversible como lo era hace unos años. Ahora el hombre vasectomizado puede ser padre sin tener que volver a pasar por el quirófano si se le extrae esperma de los testículos mediante una biopsia para luego fecundar a la mujer con una inyección intracitoplasmática. ¡Sugerente perspectiva para el futuro padre y para la mujer que desea concebir!

¿No ofrece la ciencia otras soluciones anticonceptivas menos agresivas para el hombre? La inyección de testosterona para reducir la producción de espermatozoides en el hombre se ha perfilado hasta ahora como otro de los métodos más eficaces para evitar la concepción. Los efectos son además reversibles, puesto que cuatro meses después de interrumpir el tratamiento, el hombre recupera el nivel normal de espermatozoides. El mayor inconveniente -en apariencia- es que en el 10-15% de los casos la reducción de la espermatogénesis afecta a la libido. Otras posibles repercusiones en la psique y la fisiología masculinas no se han divulgado todavía suficientemente.

Otras drogas de reciente experimentación son aún más inquietantes. La píldora Nofértil, por ejemplo, probada con una eficacia del 96% al 98% en los últimos años en diversos países de África, Asia y América Latina, no es inocua: el 10% de los hombres que la tomaron no recuperó su fertilidad cuando dejó de tomarla y las posibilidades de que el hombre quedé definitivamente estéril si la toma durante períodos prolongados es casi segura.

Ante tantos inconvenientes y riesgos no parece nada desdeñable que siga siendo la mujer quién opte por comprender el funcionamiento de su cuerpo y sus ciclos reproductores para saber cuándo puede tener relaciones sin peligro de un embarazo y sin riesgos para su salud.

Sin embargo, para conseguir tal logro e impedir la explotación de la salud de mujeres y hombres no sólo hace falta que unas y otros tomen conciencia del problema, sino que se generalice la difusión de los métodos llamados naturales y se creen grupos oficiales de asesoramiento y enseñanza.


LA FALSA PANACEA DE LA PÍLDORA ANTICONCEPTIVA

En las últimas cuatro décadas, aproximadamente el 90% de las mujeres occidentales en edad de concebir ha elegido la píldora como método anticonceptivo preferido en alguna época de sus vidas. ¿Están suficientemente informadas de los devastadores efectos sobre el organismo que tiene esta droga? Después de 40 años de experimentación, ahora empieza a reconocerse que las hormonas esteroides empleadas en la fabricación de este producto son altamente peligrosas para la salud. Sin embargo, son escasos los médicos que avisan a sus pacientes de los muchos riesgos y problemas potencialmente graves asociados con la píldora.

Las actuales píldoras anticonceptivas están compuestas de diversas dosis de estrógenos y progesterona (la píldora combinada) o sólo de progesterona (la mini píldora o implantes como el Depo-Provera), pero aunque esta última generación de anticonceptivos orales contenga una dosis menor de estrógenos y progesterona que los comercializados en los años sesenta esto no significa que sean menos inocuos. Según una investigación realizada por la Universidad de Utrecht (Holanda) y publicada en julio de 1999 en la revista médica británica The Lancet, la píldora de tercera generación aumenta el riesgo de trombosis, especialmente si las mujeres son muy jóvenes y no han tenido hijos. Pero tampoco exentas de peligro las mujeres mayores de 25 años, con hijos, no fumadoras, sin problemas circulatorios y sin exceso de peso: todas ellas tienen 13 veces un riesgo más alto de sufrir trombosis que las que consumen la segunda generación de píldoras.

En cualquier caso es un hecho que los cambios fisiológicos que produce la píldora son completamente antinaturales: frena radicalmente el ciclo reproductor natural de la mujer dañando a veces sus ovarios e incluso esterilizándola; perjudica las glándulas que producen la clase de moco cervical necesario para la fertilización; provoca alteraciones en el revestimiento del útero; causa cambios en el movimiento de las trompas de Falopio; favorece los cánceres cervicales y de mama, así como las enfermedades cardiovasculares y produce desequilibrios nutricionales graves. En cuanto a esto último, un informe de la Newsletter del Natural Fertility Management (noviembre 1995) señalaba que la píldora causa 50 cambios químicos en los niveles de nutrientes esenciales en el cuerpo de mujeres jóvenes y adultas. Igualmente preocupantes fueron los datos aportados hace ya diez años por el British Medical Journal: las mujeres que han tomado progesterona antes de los 25 años tienen un 50% de riesgo de desarrollar cáncer de mama. Para las mujeres que han tomado la píldora durante seis años o más, el riesgo aumenta en un 320%. Así pues, no parece haber muchas dudas de que cuanto mayor sea la dosis y el tiempo de exposición, mayores los riesgos de desarrollar algún tipo de cáncer.

METODOS ANTICONCEPTIVOS NATURALES

Puesto que la mujer sólo es fértil durante aproximadamente una semana en un ciclo de cuatro, lo único que tiene que hacer es aprender a determinar esos pocos días de cada mes y evitar el coito sin protección durante los mismos, ya sea absteniéndose o utilizando algunos de los métodos de barrera. Para tal fin tiene a su alcance diversos métodos naturales fiables, pero es un error pretender utilizar uno solo: es preciso combinarlos inteligentemente para que la eficacia sea total.
  • Temperatura basal: Consiste en tomarse la temperatura diariamente antes de levantarse con un termómetro especial de venta en farmacias. Es bastante seguro si se sigue a raja tabla, pero no permite saber con certeza cuándo se inicia la fase fértil; sólo ayuda a comprobar que ésta ya ha pasado. Es falso el tópico de que la toma diaria de la temperatura es una esclavitud. Después de una experiencia de unos seis meses la anotación sólo se hace cuando aparece el moco cervical (señal de fase fértil) o hacia el décimo día, y cuando se llega a esta fase se toma durante diez días, a veces sólo una semana.
  • Moco cervical (método de Billings): Se determinan los días fértiles mediante las variaciones del flujo vaginal. Cualquier mujer puede comprobar la presencia de este moco con total precisión, a menos que tenga problemas graves de sequedad. Es un signo muy simple y fiable de la fertilidad, pero conviene utilizarlo en combinación con el método de la temperatura basal para mayor seguridad.
  • Análisis de la saliva: Permite observar las diferentes fases del ciclo reproductor analizando la saliva a través de un microscopio. Para tal fin se puede obtener en farmacias un aparato llamado "Ovulator".
  • Palpación cervical: Consiste en palpar el cuello del útero para detectar los cambios que se producen en el mismo a lo largo del ciclo: cuatro o cinco días antes de la ovulación se muestra más blando, abierto y profundo al fondo de la vagina. Es muy útil para complementar la información que ofrecen los otros métodos de determinación de la fase fértil.
  • Ogino: Estudia las fechas de los períodos menstruales para predecir la ovulación. Los ciclos se controlan durante un año para comprobar su regularidad, pero debido a las numerosas oscilaciones que se producen en éstos por factores diversos -trastornos emocionales, viajes, premenopausia- este método es muy inseguro y debe considerarse sólo como orientativo. Es totalmente desaconsejable como método único.

METODOS NATURALES INEFICACES

Coito interrumpido, lactancia y lavado vaginal: Ninguno de estos métodos es seguro. En el coito interrumpido no hay que olvidar que antes de la eyaculación se expulsan gotas cargadas de espermatozoides. Durante la lactancia pueden producirse ovulaciones espontáneas, aunque no haya menstruaciones. El lavado vaginal después de la eyaculación no impide el ascenso de los espermatozoides hacia el interior del útero.


MÉTODOS DE BARRERA

Un conocimiento profundo de la fisiología del ciclo femenino permite reducir considerablemente el uso de estos métodos, menos agresivos que la píldora y la cirugía, pero bastante incómodos e insatisfactorios. A pesar de todo son una solución relativamente inocua para los días fértiles en que se desea mantener relaciones sexuales.
  • Diafragma o preservativo femenino: De goma blanda y forma abombada con un aro flexible en el borde, actúa como barrera que impide el paso del contenido de la eyaculación por el orificio cervical uterino. Se usa en unión de gel o crema espermicida. Es preciso colocarlo antes del coito y no retirarlo antes de seis horas después del mismo. Aunque es un método local sin efectos secundarios es bastante engorroso: requiere repetir la aplicación de la crema o gel si se tienen varios coitos y a muchas mujeres les resta sensibilidad.
  • Preservativo femenino: Funda muy fina de poliuretano que se ajusta a las paredes de la vagina. Está provisto de 2 anillos y sólo puede usarse una vez.
  • Preservativo masculino: Funda muy fina que se coloca sobre el pene en erección. Es el mejor método de protección contra enfermedades de transmisión sexual y uno de los pocos métodos anticonceptivos para el hombre, pero resta sensibilidad durante el coito.
  • Esponja vaginal: Esponja muy fina y suave impregnada de crema espermicida y rodeada de un cordón de algodón que sirve para su extracción. Se introduce en el fondo de la vagina antes de la penetración y no debe retirarse hasta seis horas después del último coito.
  • Dispositivo intrauterino (DIU) o espiral: Objeto formado por material plástico, metal (cobre y plata) que se coloca en el interior de la matriz para dificultar el paso de los espermatozoides. Puede permanecer colocado entre 2 y 4 años sin necesidad de renovarse, sin embargo causa con frecuencia dolores, menstruaciones irregulares, fuertes hemorragias (pueden llegar a provocar anemia) y perforaciones en el útero. Se desaconseja por completo para mujeres que no han tenido hijos.
  • Espermicidas: Sustancias químicas que destruyen los espermatozoides en la vagina. Se fabrican en forma de óvulos, cremas y laminillas. Tienen un tiempo limitado de seguridad. Para aumentar su eficacia es indispensable utilizarlos en unión de otros métodos de barrera. Además de este inconveniente alteran la flora vaginal e impiden la observación del moco cervical.

MÉTODOS QUIRÚRGICOS
  • Ligadura de trompas (para la mujer): Se efectúa con anestesia general. Se cortan las ligaduras y/o ligan las trompas de Falopio para impedir que el óvulo llegue desde el ovario al útero. Si la mujer no está del todo convencida puede provocar trastornos psicológicos.
  • Vasectomía (para el hombre): Se realiza con anestesia local. Consiste en cortar el conducto deferente para que los espermatozoides no salgan al exterior cuando el hombre eyacula. Aunque los médicos insisten en que la capacidad de respuesta sexual masculina no se ve afectada lo cierto es que los hombres vasectomizados se quejan de sufrir un importante declinar de la libido.
          BIBLIOGRAFÍA:
  • Amor y vida: todos los métodos naturales de control de la concepción. Monográfico nº 10 de Integral.
  • Billings, John: Regulación natural de la natalidad; método de la ovulación, Editorial Sal Terrae, Guevara, 20, 39001 Santander.
  • Elia, D. y Doucet, G.: La mujer y su cuerpo, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 1980.
  • Sellman, Sherrill: "A bitter pill to swallow, the oral contraceptives betrayal", revista Nexus, volumen 4, números 3 y 4, junio-julio 1997 y agosto-septiembre 1997.
Publicado en la revista Año Cero, (nº 111, octubre 1999, páginas 83-85).
© Isabela Herranz

1 comentario:

  1. me gustaría saber dónde podría encontrar la bibliografía Amor y vida. La he buscado por muchos sitios pero no hay manera. gracias por el artículo y la posible ayuda.

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