domingo, 10 de octubre de 2010

LA PARÁLISIS DEL SUEÑO: ¿EXPERIENCIA NATURAL O PARANORMAL?

¿Ha tenido alguna vez la aterradora experiencia al dormir o ir a despertarse de sentirse paralizado de repente? ¿Acaso tuvo durante la misma un encuentro con algún ser “de otra dimensión”? ¿Fue una alucinación? ¿Un ataque sobrenatural? ¿Una experiencia psíquica o paranormal? Las últimas investigaciones aclaran muchas incógnitas sobre este trastorno del sueño tan común.

“Durante el ataque sé que estoy en la cama aunque no percibo mi entorno. Tengo los ojos cerrados y soy consciente de mi incapacidad para moverme. Respiro con mucho esfuerzo y tengo la impresión de que la manta me cubre la boca y no puedo remediarlo. Siento una profunda ansiedad e incomodidad. Aunque llevo muchos años interesado en la parálisis del sueño y he sido el primero en emplear este término en un artículo, nunca me había cruzado la cabeza el pensamiento ‘esto es sólo un ataque de parálisis del sueño; debo tener paciencia, pasará enseguida’. Parezco esperar que el alivio se producirá con la siguiente inhalación, pero sigo paralizado. Tras media docena de intentos infructuosos, siento que estoy haciendo un esfuerzo hercúleo al respirar y de repente el hechizo se rompe y estoy totalmente despierto y en plena posesión de mis facultades”. Esta angustiosa descripción que resultará familiar a muchos lectores de Año Cero fue realizada en 1957 por Max Levin, uno de los pioneros en investigar el fenómeno de la parálisis del sueño sobre el que incluso hoy quedan incógnitas por desvelar. Para empezar, convendría explicar en qué consiste y cuáles son sus causas.

¿Ataques sobrenaturales?
En general, la parálisis del sueño es un periodo de incapacidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño o cerca del momento de despertar. Se trata de un estado en el que al parecer estamos físicamente dormidos pero mentalmente despiertos. El doctor Eduard Estivill, director de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona y autor de la obra “Duérmete, niño” (Plaza & Janés) explica que “tanto el momento de despertarse como el de dormirse está caracterizado por dos fases: primero se despierta el cerebro y luego se despierta el cuerpo. Normalmente estos dos procesos se dan simultáneamente, pero en ocasiones se produce un brevísimo intervalo de tiempo entre el despertar del cerebro y el de la musculatura. Entonces, uno es consciente de que está despierto, pero no se puede mover”.

En la Clasificación internacional de los trastornos del sueño (siglas inglesas ICSD) efectuada por M.J. Thorpy en 1990, la parálisis del sueño se define como “un periodo de incapacidad para realizar movimientos voluntarios al dormirse (tipo predormital o hipnagógica) o al despertarse durante la noche o por la mañana (tipo posdormital o hipnopómpico)”.

Aunque en los años sesenta se sugirió que se trataba de una disfunción del “sistema activador reticular”, la investigación posterior realizada por el investigador japonés Y. Hishikawa en 1976 mostró que era un síntoma corriente entre los narcolépticos, ya que un 57% de estos enfermos había sufrido un episodio. Debido a esta elevada incidencia, los médicos han tendido a pasar por alto el hecho de que la experiencia de “sufrir un ataque en apariencia sobrenatural” también se produce con frecuencia en personas normales que no sufren de narcolepsia, un trastorno del sueño caracterizado por excesiva somnolencia durante el día, alteración del sueño nocturno y manifestaciones alteradas de la fase REM del sueño. Además de estar conectado con la citada alteración, Robert Baker ha sugerido que “el síndrome de parálisis del sueño está muy asociado con los ciclos alterados de soñar y dormir, periodos de estrés intenso, consumo excesivo de alcohol y drogas, dormir en lugares poco familiares, o bien ser el resultado de un problema psicológico o incluso una señal de enfermedad física o mental”.

Aunque no hay cifras concluyentes todavía respecto a su frecuencia, estas se han ido ampliando a lo largo de las últimas décadas: en 1962 el neurólogo G.B. Goode registró una incidencia del 4.7% frente al 15% obtenido por D.J. Hufford en 1982. En 1987, los estudios de los japoneses K. Fukuda, A. Miyasita, M. Inugami y K. Ishihara alcanzaron un 40%. Un año después J. McClenon registró un 58% entre los estudiantes chinos y en 1998, la inglesa Susan Blackmore registró un 46% en una muestra de 224 estudiantes universitarios y un 34% en una muestra de 124 niños de entre 8 y 13 años.

¿Existen factores de “riesgo” además de los citados por Baker para padecer estos episodios? Parece ser que el tipo de personalidad es uno de ellos. En 1995 N.P. Spanos y su equipo descubrieron que la capacidad para imaginar permitía predecir la incidencia de la parálisis del sueño y la intensidad de los síntomas. Encontraron una estrecha correlación entre las imágenes vívidas (por ejemplo, pesadillas/terrores), la imaginación, las experiencias fuera del cuerpo y la susceptibilidad para ser hipnotizado/a. Estos resultados les llevaron a sugerir que la gente imaginativa tiende a darse cuenta de la parálisis con más frecuencia que el resto y que la auténtica incidencia de esta podría ser superior entre la población pero pasa inadvertida entre muchas personas.

Otros investigadores han analizado la “sintomatología” del fenómeno. Los japoneses K. Fukuda, N. Inamatsu y A. Miyasita realizaron en 1987 una encuesta entre 635 estudiantes universitarios en Japón. Un 43% (273) dijeron haber tenido al menos un episodio con “la Vieja Bruja” (Kanashibari para los japoneses); un 60% de los participantes sintió ansiedad o terror; un 40% sintió opresión en el pecho y un 30% tuvo alucinaciones auditivas; otro 15% tuvo alucinaciones visuales y una proporción similar tuvo alucinaciones táctiles.

La similitud subyacente de los informes de parálisis del sueño en diferentes entornos culturales sugieren que hay un núcleo de rasgos invariables en este fenómeno, pero así y todo hay algunas variaciones significativas en cuanto a incidencia y características. Con ánimo de crear una base de datos que permitiera comprender mejor la fenomenología de la experiencia e identificar sus rasgos fundamentales, el inglés Christopher C. French del Goldsmiths College de la universidad de Londres ha estado coleccionando durante dos años descripciones de estas experiencias y los resultados obtenidos muestran que ha conseguido su objetivo. Al sacar conclusiones sobre su investigación, French ha señalado que “los testigos no sólo informan de ataques de fantasmas y brujas, sino también de experiencias de clarividencia, precognición o telepatía” (ver recuadro de características e incidencia).

Cuando preguntamos al doctor French qué opina sobre los “ataques de pánico” durante los episodios de parálisis del sueño indica que “hay una serie de posibles interpretaciones de la relación entre ambos. Las dos condiciones se solapan en cuanto a sintomatología (dificultad al respirar, sensación de morirse) pero no son idénticas ya que habitualmente los ataques de pánico no implican incapacidad para moverse. Es posible que los episodios de parálisis del sueño sean suficientes para activar estos ataques en personas susceptibles. Sin embargo, es muy probable que haya una base neurofisiológica común en todos los episodios de pánico. Se cree que el trastorno del pánico está asociado con una regulación anormal del sistema noradrenérgico que está también implicado en la narcolepsia. Si así fuera esto supondría un hallazgo positivo, ya que los métodos terapéuticos que se emplean para ayudar a personas a reconocer y evitar dichos ataques podrían en algunos casos emplearse también para ayudar a personas a superar los que acontecen durante la parálisis del sueño”.
Una zona “intermedia”
NO debe olvidarse que la parálisis del sueño es un trastorno benigno, pero debido a que con frecuencia es aterrador y extraño a muchas personas les angustia sólo la idea de revivirlo mientras duermen. En busca de información “en la calle” sobre el fenómeno, nos hemos asomado a los foros de Internet y tanto en inglés como en español aparecen recogidos multitud de testimonios, en su mayoría “angustiosos” de personas que sufren con regularidad episodios de este tipo, habitualmente acompañados de imágenes alucinatorias de presencias que definen como “alienígenas”, “demonios”, “hombres de negro”, etcétera. Esta muestra pone de relieve una experiencia bien conocida desde siempre y que claramente se encuentra en la raíz de las famosas historias de “la Vieja Bruja” o “el Hombre del Saco”, por usar términos afectuosos, recogidas en todos los pueblos y culturas (ver recuadro).

Según hemos señalado, aunque la mayoría de estas experiencias son terroríficas eso no significa que no sean reversibles. Muchas personas han aprendido a controlarlas, según observamos en el relato del testigo inglés Richard Scott: “Llevo veinte años experimentando la parálisis del sueño y creo que se puede eliminar el miedo por completo. Si como dicen los expertos nos encontramos en una zona intermedia entre los sueños y la realidad, entonces algunos aspectos del sueño deberían funcionar. Cuando experimentamos la parálisis del sueño nos asustamos porque no comprendemos qué está pasando. Sentimos gran opresión en el pecho y no podemos respirar. Si, sin embargo, podemos relajar la mente y no luchar contra la experiencia entonces todo empieza a calmarse. Las imágenes aterradoras desaparecen y son sustituidas por otras apacibles. Creo que podemos revertir toda la experiencia en una maravillosa oportunidad para experimentar con un estado alterado de conciencia”.

El ingeniero colombiano César Jiménez de 34 años de edad también afirma haber aprendido a controlarla: “Una o dos veces cada mes y en ocasiones hasta semanalmente, según mi estrés y estado emocional, suelo tener episodios de parálisis del sueño. Con frecuencia he logrado controlarlos calmándome en ese mismo instante y recurriendo al único movimiento controlable a mi alcance: la respiración. Esa es la clave. He comprobado que con la práctica de la meditación puedo manejar mejor mi cuerpo y mente. Es necesario un buen entrenamiento y una programación mental para manejar la situación”.

Según nos contaba el doctor French, la labor de los neurólogos que tratan este y otros trastornos del sueño también es de gran ayuda. J.A. Cheyne y C.M. Paradis, por ejemplo, han comprobado que simplemente tranquilizando a sus pacientes de que esta experiencia tiene un nombre y no es peligrosa suele ser suficiente para aliviar su angustia y preocupación en gran medida. E. Estivill hace hincapié en que “la mejor manera para superar la parálisis del sueño es hacer precisamente lo contrario de lo que hace todo el mundo, es decir, en vez de querer despertarnos, lo mejor es intentar volver a dormirnos. Seguramente no conseguiremos dormirnos de nuevo pero el solo hecho de tranquilizarnos puede hacernos salir del episodio”.

Por su parte, French espera confiado que su investigación sobre este fenómeno común del sueño alcance una mayor difusión y permita aliviar los miedos de los que lo padecen mediante una comprensión adecuada del mismo.


ÍNCUBOS, SÚCUBOS Y EXTRATERRESTRES
El hecho de que la parálisis del sueño suela ir acompañada de imágenes hipnagógicas con frecuencia aterradoras o amenazadoras ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones dependiendo del entorno cultural. Citemos algunos ejemplos: “Old Hag” (Vieja Bruja) entre los ingleses; “Vjek” (el demonio que yace sobre el durmiente desprevenido y le oprime el pecho) entre los eslavos. “Phi um” (sensación de ser atrapado por un fantasma) entre los tailandeses; “Hexendruchem” (brujas que pasan) entre los alemanes y “Ha-wi-nulita” (ser estrujado por unas tijeras) entre los coreanos.

En épocas pasadas los ataques de la parálisis del sueño se conocían como íncubos (demonios masculinos) y súcubos (demonios femeninos). La palabra latina incubus significa “uno que presiona o aplasta”. Los antiguos filósofos consideraban estos ataques causa de la indigestión y recomendaban ayunar como una vía para controlarlos. Descripciones de tales demonios que saltaban al pecho del durmiente y le ahogaban aparecen recogidos por Horacio, Plutarco, Herodoto y Galeno.

La literatura judeocristiana de comienzos de la edad media contiene muchas historias de ángeles lujuriosos que visitaban a los durmientes y copulaban con ellos. Tomás de Aquino en el siglo XIII creía que los demonios se convertían en súcubos para extraer el esperma de los hombres y emplearlo para impregnar a las mujeres cuando adoptaban la forma de íncubos. Además, no sólo la iglesia medieval aceptaba a estos demonios como reales, sino que su existencia aportaba una explicación conveniente para los “incómodos” casos de monjas embarazadas, mortinatos y bebés deformes.

Estos ataques de demonios no sólo florecieron a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII, sino que no han disminuido lo más mínimo. Ahora se les asocia con abducciones por alienígenas y experimentos intergalácticos. En 1992, Hopkins, Jacobs y Westrum efectuaron una investigación al respecto. Encontraron que el 18% de los americanos encuestados afirmaron haber experimentado la parálisis del sueño junto con la sensación de una presencia.

Al referirse al fenómeno de las abducciones por extraterrestres, el investigador Robert Baker ha sido contundente: “Todo el escenario de las abducciones es un fraude muy elaborado… Los alarmistas no sólo han creado una auténtica neurosis en muchas personas que sufren de un trastorno del sueño muy común, sino que también han suscitado la ansiedad entre una población atribulada y con mucho estrés”.

En el campo de la literatura y la ciencia ficción también abundan los relatos de íncubos, súcubos y extraterrestres. Autores como Edgar Allan Poe, Thomas Hardy, Guy de Maupassant, Ernest Hemingway, Isaac Singer, J.R.R. Tolkien y Stephen King nos han permitido familiarizarnos más aún con estos “entes” que parecen nacer de nuestros miedos más profundos.

RELACIÓN DE UNIDADES DEL SUEÑO EN ESPAÑA
Barcelona: Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Universitario Dexeus. Doctor Eduard Estivill. Teléfono: 93 212 13 54.
Granada: Doctor Paniagua. Teléfono: 958 021659.
La Coruña: Doctor Mejuto. Teléfono: 981 17 90 00.
Madrid: Doctor García Borreguero. Teléfono: 91 550 49 27.
País Vasco: Hospital Txagorritxo, Unidad del Sueño. Doctor Ramón Rubio. Teléfono: 945 007 000.
Valencia: Unidad Valenciana de Sueño. Doctor Pin. Teléfono: 96 362.08 88.
Vigo: Doctor Emilio Rodríguez Sáez. Teléfono: 986 221645.
Zaragoza: Doctora Cuartero. Teléfonos: 976 462111/976 516000.

Publicado en Año Cero, nº 149, diciembre 2002, páginas. 58-61.
© Isabela Herranz

6 comentarios:

  1. FUI ATACADO EN VARIAS OPORTUNIDADES POR ENTIDADES DEL MAS ALLA26 de junio de 2014, 22:14

    hace unas semanas sufri un ataque paranormal durante el sueño, no solo me sentía inmóvil sino que algo me aprisionaba los testículos, produciéndome un dolor que jamas experimente, trababa de gritar y no me salía la voz hasta que logre hacerlo y mi hija de 8 años me despertó asustada, en medio de mis gritos, el dolor persisitio unos minutos, una vez, tranquilizado, trate de recordar todo el sueño y solo me vino como único recuerdo que había alguien que estaba disgustado conmigo y me aprisionaba los testículos deseándome matar, que pueo pensar, este no fue el único episorio paranormal que vivi, hace muchos años me desperté en la noche exaltado, y encuentro flotando al lado de mi cama UN PAYASO pero era como un dibujo animado, flotaba al costado de mi mujer que seguía durmiendo, me impresione, pero no sentí miedo, intente tocarlo y me desmaye, al otro dia consulte con una tarotista y me asusto mas de lo que estaba, En otra oportunidad, mi mujer y yo nos despertamos al unisono,, vivíamos en un departamento de dos ambientes ubicado en un decimo piso, nos despertó un fuerte luz que invadio todo el living comedor saltamos de la cama y la luz se fue, también se nos abria la puerta que estaba con llave durante la noche, al igual que nestra ropa aparecia en lugares inapropiiedado un cura nos aconsejo mudarnos pero me siguen pasando sucesos paranormales, a veces presiento cuando laguien va a morir, eso me asusta, todo empezó cuando tenia 18n años hoy cuento con 54 años, un dia jueves, (viernes a la madrugada) lleve a una joven que conoci en un baile a su casa, como el padre no le gustaba que se quede en la puerta de su caso charlando en el auto, me llevo a pocas cuadras al paredón del cementerio de Lanus, el auto empezó a moverse de un lado al otro, elevándose un poco, todo ello acontecia con gritos de ultratumba, el auto no me arrancaba y después de suplicar a dios auxilio el motor se encendio y sali a toda velocidad del lugar, mi imprudencia propia de mi corta edad hizo que vuelva al lugar lo inspeccione bien y no había NADA, estacione de vuelta y volvió a suceder dicho fenómeno, la joven murió a los pocos años y se me despidió en sueños ADIOS AMIGOS Y SUERTE
    ,

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  2. NECESITO AYUDA URGENTE26 de junio de 2014, 22:19

    NECESITO AYUDA POR FAVOR SI ALGUIEN PUDE ACONSEJARME UNA BUENA PARASICOLOGA SE LO AGRADECERIA MUCHO DEJENMEN UN TELEFONO MPLEASE

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  3. PEDIDO SOLIDARIO DE AYUDA26 de junio de 2014, 22:26

    me pasaron muchas mas cosas de las que conte, tengo miedo y vergüenza, después que escribi mi historia, incompleta, sentí la necesidad de pedir ayuda, todo me sale mal, estoy cargado de mala vibra necisito vivir una vida feliz, mi mujer y yo somos ambos profesionales, teneos una hija de 8 años pero no podemos disfrutar de nuestra familia por todo lo que nos pasa, todo el que se nos acerca es para provocarnos un daño económico parientes y amigos se aprovechan de nuestra imprudente bondad, nos estafan y salen a tergiversar la historia, ensuciándonos a nosotros que fuinmos sus victimas. que puedio hacer?

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  4. que nada te turbe, que nada te espante todo se pasa la paciencia todo lo alcanza, dios no se muda26 de junio de 2014, 22:31

    Amigo lo que te pasa, no es causalidad, es causalidad, trajiste a esta vida una mochila bien cargada de tu karma, deberas pasar esas malas experiencias y una vez que superes las mismas y cumplas con tu misión el SOL alumbrada toda tu vida y la de tus seres queridos un abrazo y que dios te bendiga

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  5. ME ESPIAN, NO ME DEJAN ESCRIBIR ME SIENTO PRISIONERO DE ESPIRITUS MALEFICOS26 de junio de 2014, 22:39

    Mientras escribo estos comentarios, las luces de mi casa titilan, las ventanas crujen y el aire se condensa, es evidente que algo se interpone a mis pedidos de auxilio, quiero vivir una vida normal, no se manejar estos acontecimientos paranormales, cada vez me enfrento con mas agresividad a estas entidades, y me responden de igual voltaje de violencia. S.O.S.

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  6. Necesito ayuda Dios mio. Estoy muy asustada. Cada vez es peor. Cada sueño se acerca mas. Cada sueño lo veo. Me asusta mucho. Esto es algo mas que un problema mental. Estoy segura

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