domingo, 10 de octubre de 2010

NUESTRA PROFESIÓN POR LAS MANOS

¿Es posible descubrir la vocación y las aptitudes profesionales de una persona mediante el estudio pormenorizado de sus manos? ¿Hasta qué punto puede augurarse éxito en una determinada profesión?

“La quirología puede aconsejar o desaconsejar en el campo profesional ofreciendo indicaciones caracterológicas lo suficientemente concretas para que la elección final de una carrera determinada sea facilitada en el seno de un abanico de profesiones aconsejadas”, afirmaba el quirólogo René Butler en su obra La profesión en su mano, publicada hace varias décadas. Tal afirmación puede parecer atrevida incluso hoy día. ¿Es la mano articulada hasta tal punto? ¿Cómo podemos buscar en ella la chispa creativa de una persona?

Arte y creatividad
La tradición quiromántica transmitida a lo largo del tiempo recogía un elevado número de signos característicos de algunas profesiones corrientes (profesores, curanderos o marineros), pero al margen de su ignorancia de otras muchas frecuentes en el quehacer humano y de las surgidas tras la revolución industrial, su pretensión de que ciertas configuraciones especifican claramente una profesión se apoya en general en criterios poco sólidos.

La quirología moderna, en cambio, no sólo ha incrementado la lista de las profesiones, sino que tras definir las cualidades fundamentales exigidas para el ejercicio de una profesión o profesiones relacionadas entre sí, ha investigado las formas, dimensiones y signos correspondientes a aquellas cualidades. El investigador americano William G. Benham, uno de los pioneros de este estudio, propuso a principios del siglo XX un elaborado método basado en los montes astrológicos que orientaba ampliamente sobre los rasgos quirológicos más representativos de las diferentes aptitudes vocacionales. Sin embargo, más útil y clarificadora ha sido la clasificación en seis tipos de manos elaborada por la doctora Charlotte Wolff, que se basó en la clasificación de cuatro tipos básicos realizada por el científico Gustave Carus (1789-1869). ”La constitución física y el temperamento son los elementos que se muestran con mayor claridad [en las manos], pero también pueden deducirse la mentalidad, la vocación e incluso, a veces, los problemas personales”, señalaba Wolff en su obra The Human Hand (1942).

No obstante, puesto que raramente se dan tipos de manos puros la citada clasificación sólo debe considerarse como una guía (ver recuadro).

Resulta lógico que ciertos tipos de manos muestren mayor talento o inclinación hacia determinadas profesiones, sin embargo esta cuestión es bastante más compleja de lo que pueda parecer a primera vista. Si analizamos, por ejemplo, la mano elemental simple, muy sólida y de aspecto casi tosco, observamos que además de ser frecuente entre campesinos y agricultores, también se encuentra en cirujanos o relojeros, profesionales estos que ejecutan actividades de gran precisión y destreza. Así pues, en casos como estos, parece indudable que el entorno social, el grado de inteligencia, la educación, los intereses personales y otros factores inescrutables de la vida individual son decisivos a la hora de optar por una profesión.

Si comparamos, por ejemplo, las manos de dos literatos como Jean Cocteau y Arthur Miller (ver fotos) comprobaremos que mientras las manos de Cocteau son las de un esteta (manos sensitivas largas con elementos de la mano motora huesuda), las de Miller (elementales del tipo simple con mezcla de motora carnosa) carecen de la ligereza con que el intelecto de Cocteau baila en la cuerda floja. Las manos largas y huesudas del escritor y cineasta se ajustan bien al cliché de la mano dotada para el trabajo intelectual o artístico que tanto abunda entre los diletantes estéticos, los filósofos e incluso los profesores. Sin embargo, el cliché de la mano elemental simple, ideal para todo tipo de deportes y actividades físicas, no se adapta tanto a las manos de un creador literario como Miller, con una línea mental realista que todo lo cuestiona a la vez que se deja nutrir continuamente por los instintos y la imaginación (eminencias tenar e hipotenar muy fuertes).

Ocurre algo similar, por ejemplo, en el caso de talentos innatos para la enseñanza o la actuación. A veces apenas se puede discriminar entre las manos de actores y profesores porque un buen profesor posee siempre un elemento de actor y viceversa. También hay actores intelectuales y emocionales así como profesores. Son tantas las divergencias y combinaciones individuales indicativas de la creatividad que resulta evidente la dificultad de establecer unas pautas absolutas que, en definitiva, sólo servirían para encasillar a la persona creativa. Eso no impide, sin embargo, según expresaba el investigador Walter Sorell en su obra The Story of the Human Hand (1967), que algunas tendencias básicas puedan observarse muy bien en un determinado tipo de manos “como un talento organizativo, para el que una mano elemental del tipo espatulado resulta ideal. Eso no significa que un buen organizador no pueda tener dedos cónicos y un pulgar muy desarrollado con un gran ángulo de apertura, fuertes líneas y una palma ancha y carnosa. Incluso los signos más evidentes pueden contradecirse debido a una determinada combinación de unos pocos rasgos en el carácter de la persona”.

Efectivamente, aunque siempre pueden encontrarse signos indicativos de tendencia a ciertas actividades en todas las manos, incluso esos signos pueden contradecirse si aparecen combinados con otros rasgos, así que hay que tener mucho cuidado a la hora de emitir un veredicto. No debe emitirse un juicio a primera vista. La fisiognomía de la mano debe ser sondeada a fondo antes de que estemos seguros de la exactitud de nuestro pronunciamiento.

El quirólogo experto podrá detectar las facultades con que la naturaleza ha dotado al individuo al margen de que estas hayan sido plasmadas o no en una actividad profesional o cotidiana. Para ello tendrá en cuenta las mezclas correspondientes sin olvidar que si bien es posible detectar una tendencia dominante en la mano, el entorno social y la educación, la capacidad y los intereses personales serán decisivos en la elección de una profesión u otra. Hemos visto que aunque entre los escritores es frecuente encontrar la mano sensitiva larga o la motora huesuda, a veces incluso la sensitiva pequeña, también hay escritores con la mano del tipo elemental simple, mucho más sólida y en apariencia menos receptiva pero igualmente creadora. Por ello no podemos confinarnos a ningún esquema porque estaremos negando la verdad fundamental de que el hombre es un ser polifacético y creativo. En última instancia, quizá la gran oportunidad del analista de la mano consista precisamente en clarificar a la persona y hacerle consciente de todos esos rasgos, sobre todo si obstruyen sus potencialidades. Aunque el individuo no pueda rehacer fácilmente el esquema fundamental de su existencia, tal vez pueda corregirlo mejorándolo.

Publicado en Más Allá, (nº 168, febrero 2003, páginas 96-100).
© Isabela Herranz

SEIS TIPOS BÁSICOS DE MANOS
De todos los sistemas quirognómicos (estudio de la forma) existentes, el desarrollado por la doctora Charlotte Wolff en los años cuarenta resulta todavía muy útil para obtener una visión sintética sobre los rasgos más sobresalientes del carácter, constitución y aptitud vocacional del individuo. Dado que raramente se dan tipos de manos puros esta clasificación sólo debe considerarse como una guía.

Mano elemental simple (prensil, ancha, extravertida, hipotiroidea):
  • Características: Palma corta, ancha y musculosa (fuerte desarrollo de las eminencia tenar e hipotenar). Dedos fuertes y bastante rígidos con falanges terminales cortas y uñas anchas de tamaño medio. Líneas escasas y profundas con pocas faltas de diseño (la longitudinal larga es corta y hay algunas líneas horizontales en la eminencia tenar). Piel áspera. Buen color. Cálidas y secas.
  • Temperamento: Gusto por la vida y actitud benévola hacia los demás. Reacciones lentas. Más energía física que nerviosa. Actitudes patriarcales con deseo de ayudar y proteger al débil. Fuerte conducta instintiva. Aparato muscular digestivo de predominio funcional y psicológico.
  • Aptitudes vocacionales: Sus poseedores sienten placer con la actividad manual y trabajando al aire libre, de ahí que se encuentre entre campesinos, agricultores, jardineros, granjeros, albañiles, carpinteros, mecánicos y masajistas. También es frecuente encontrarla en personas muy robustas que se expresan mejor física que intelectualmente: porteadores, luchadores y boxeadores.
Mano elemental irregular o regresiva (prensil, displásica, introvertida):
  • Características: Muy parecida en forma y esquema de líneas a la mano elemental simple. Palma ancha en la parte inferior (hipotenar y tenar fuertes). Dedos largos y/o cortos, rígidos e inarticulados con uñas primarias o cóncavas. Piel áspera y mala flexibilidad. En gente inteligente las líneas están bien dibujadas y son numerosas, pero también puede aparecer la línea simiesca o faltar la longitudinal larga.
  • Temperamento: Dóciles y flemáticos, de buen corazón. Mentalidad infantil. En este grupo se encuentran también neuróticos excitables, hipersensibles e inestables.
  • Aptitudes vocacionales: Este tipo de mano más complejo que el elemental simple se encuentra en personas muy hábiles para la artesanía y también entre artistas plásticos, especialmente escultores y pintores. También se encuentra en un elevado número de músicos y científicos, así como en personas con debilidad mental con dificultades para la integración y la adaptación social.
Mano motora carnosa (prensil, ancha, extravertida, hipotiroidea):
  • Características: Ancha y carnosa, robusta. Se asemeja mucho a la mano elemental simple, pero posee menor rigidez en los dedos y mayor abundancia de líneas accesorias sobre todo en las eminencias tenar e hipotenar. Línea longitudinal larga completa. Piel menos áspera y mayor flexibilidad. Uñas anchas y cortas. Aunque es fuerte, es lenta; eficaz pero pesada.
  • Temperamento: Cicloide. Su poseedor es extravertido, amante de la belleza y de la comodidad. Jovial y bondadoso. Emociones fuertes y estables, paciente y animoso.
  • Aptitudes vocaciones: Frecuente entre jefes militares y empresarios. También posee capacidad artística y suele orientarse en el campo escultórico.
Mano motora huesuda (prensil, estrecha, introvertida, hipertiroidea):
  • Características: Estructura huesuda y rígida. Palma y dedos largos, fuertes y bastante rígidos con uñas alargadas, anchas o estrechas y grandes lúnulas. Zona distal plana, pero eminencia hipotenar bien desarrollada. Líneas profundas y numerosas de diseño defectuoso (longitudinal larga bien marcada). Lazos y espiras en las eminencias tenar e hipotenar. Piel menos áspera que en las anteriores.
  • Temperamento: Personas tímidas, sensibles, excitables y reprimidas. Suele haber vivacidad y firmeza de carácter pero también impresionabilidad. Buena vitalidad y dinamismo nervioso fuerte.
  • Aptitudes vocacionales: La encontraremos en casi todas las profesiones: abogados, científicos, médicos, investigadores en campos literarios, escritores, psicólogos, profesores universitarios y gente que se gana la vida en el mundo de las relaciones sociales: políticos y periodistas. Sin embargo, este tipo de manos también se encuentra en personas atraídas por deportes que requieren habilidad y precisión como el tenis, el squash y las carreras.
Mano sensitiva larga (táctil, estrecha, introvertida, subgonadismo):
  • Características: Mano larga y estrecha con estructura ósea delicada y desarrollo muscular pobre. Dedos largos, finos, cónicos y muy flexibles con uñas estrechas y largas. Líneas principales superficiales con diseño muy defectuoso y abundancia de líneas accesorias finas. Pálidas y frías con piel muy fina y brillante.
  • Temperamento: Solitarios y reservados. Vida emocional delicada y extravagante a la vez. A veces se refugian en el arte y en el misticismo.
  • Aptitudes vocacionales: Destacan sobre todo en las bellas artes: baile, danza, teatro, cine, dibujo, moda… También se encuentra en médiums y clarividentes, así como en filósofos y profesores.
Mano sensitiva pequeña (táctil, estrecha, introvertida, hipopituitaria):
  • Características: Estructura ósea delicada, pero menos que la sensitiva larga. Piel fina y brillante. Color rosado pálido. Cálidas y secas. Flexibilidad variable, pero casi siempre flexible. Hay dos variedades: la ancha (parece una motora carnosa en miniatura) tiene palma larga y dedos cortos con puntas cuadradas o cónicas y uñas de tamaño medio, anchas y con buenas lúnulas. Líneas principales bien dibujadas y profundas, pero las accesorias son más superficiales. Eminencia hipotenar alargada. Pulgar pequeño y con doble articulación. Piel fina, delicada y brillante. La variedad estrecha posee líneas muy numerosas y dibujadas superficialmente y su esquema recuerda el de la sensitiva larga. Líneas muy marcadas en la zona distal de la palma que suele tener eminencias ligeramente acolchadas bajo los dedos anular y meñique.
  • Temperamento: Inestable emocionalmente. Se construyen un mundo interno de proyectos románticos para eludir la realidad.
  • Aptitudes vocacionales: Se da en buen número de intelectuales y artistas. Sentido crítico muy desarrollado. En general, les van bien las actividades donde puedan auto-expresarse libremente. 
Publicado en Más Allá, (nº 168, febrero 2003, páginas 96-100).
© Isabela Herranz

2 comentarios:

  1. Estuve discutiendo con un amigo el hecho de la relación entre tus manos y tu forma de pensar y las vocaciones que tu puedes llegar a ejercer, yo para explicarlo le dije que la cuestión no era que según las manos que tenias acababas siendo de una forma o de otra sino que según como fueras y las actividades que fueras ejerciendo a lo largo de tu vida, tus manos iban a ser de una forma o de otra, ¿Cuál seria la mejor explicación, o es que acaso seria una mezcla de condicionamiento y adaptación de fisiología de mano?

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